BRUSELAS, Bélgica.- Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 socios de la Unión Europea (UE) comienzan esta tarde en Bruselas una de las cumbres más decisivas de las seis décadas de historia de la Europa unida, en un intento por cerrar la crisis del euro y devolver credibilidad al proyecto comunitario en el mundo.
Por ello, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, instaba ayer a los líderes del bloque a acelerar la toma de decisiones en la cumbre de hoy y mañana. No obstante, una vez más, Alemania rebajaba las esperanzas de lograr todos los acuerdos necesarios para salvar el euro en esta cumbre.
Esta será la última cumbre europea para el presidente del gobierno español en funciones, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, quien cederá en breve el testigo al vencedor de las últimas elecciones generales en España, el líder del conservador Partido Popular (PP), Mariano Rajoy.
Aunque Rajoy no se ha pronunciado claramente sobre su estrategia europea futura, sí ha expresado su pleno apoyo, al igual que hizo Zapatero, a la reforma de los Tratados de la UE que promueven la canciller germana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, con quienes tiene previsto conversar también.
Las ideas centrales de la cita de Bruselas pasan por la propuesta de Merkel y Sarkozy, de modificar los Tratados de la UE para consagrar en ellos, de manera irrenunciable, el principio de la disciplina fiscal.
Por otro lado, en la cena de trabajo que comienza hoy en torno a las 19.30, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE intentarán convencer a Berlín para que se aumente por encima de los 500.000 millones de euros la dotación del fondo de rescate para países endeudados.
Se trata de contar con un "cortafuegos" suficiente para evitar el contagio de la crisis de deuda soberana a Italia y España.
Berlín y París proponen sanciones automáticas para los socios incumplidores de los dos elementos básicos del rigor en la eurozona: un límite de déficit del 3% del producto interior bruto (PBI) y un techo del 60% del PBI de deuda pública. También se analizará la idea de crear una unión fiscal europea, al menos entre los 17 socios del euro.
Tranquilidad para Gran Bretaña
El primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte, aseguró que en la cumbre europea de Bruselas, que se celebra hoy y mañana, ningún socio de la Unión Europea (UE) cederá soberanía, el mayor temor del Reino Unido, según informa hoy la prensa digital holandesa.
En un debate ayer por la noche en el Parlamento, el liberal Rutte dejó claro que su homólogo conservador británico, David Cameron, no tiene porqué preocuparse en ese sentido.
Cameron aseguró este martes que si las propuestas del eje franco-alemán para crear una Unión Fiscal en la UE suponen ceder soberanía a Bruselas, Londres, que no forma parte de la eurozona, "lo vetará".
Según Rutte, contrariamente a lo que piden Berlín y París, no será necesaria una reforma en profundidad del Tratado de Lisboa, sino apenas "un retoque" para anclar el principio de disciplina fiscal.
"Nadie está hablando de ceder soberanía", comentó Rutte, según informa el periódico holandés "Algemeen Dagblad".
Holanda, dijo, es partidaria de la propuesta franco-alemana para que existan sanciones automáticas contra los socios incumplidores de la eurozona. No obstante, para lograr eso seguramente sea necesario una "adaptación" de los Tratados, subrayó.
"De lo que estamos hablando aquí es de respetar los acuerdos ya existentes (las normas del Pacto de Estabilidad)", en material de disciplina presupuestaria, sobre todo con dos valores: un déficit público por debajo del 3 por ciento del producto iterior bruto (PIB) y una deuda pública menor del 60% del PIB.
El ejemplo de Rutte fue muy claro: ¿Cómo hacemos respetar el límite máximo de velocidad en carretera? Con una señal de tráfico adecuada y con un agente de tráfico que te diga: estás corriendo demasiado, te voy a multar. Eso no significa cesión de soberanía". (DPA-DYN)